17 de abril de 2011

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Y, por fin, acabamos el segundo trimestre oficialmente. Ahora casi diez días de... ¿relax? No, que va, ni de coña. Pero ahora no apetece pensar en eso.

Hoy definitivamente tocaba la barbacoa hawaiana, y ha sido una absoluta locura. Ocho personas en un coche, a 150 km/h por la A-6... el coche empieza a decelerar. Y en el tercer carril. Cambiando a duras penas hasta el arcén (medio coche fuera del mismo, en la carretera, con camiones pasando a cinco benditos centímetros). No hay gasolina. Ni blas de donde está la siguiente gasolinera, no habíamos pasado ninguna desde que salimos de Madrid. Km 34. Salimos del coche, si se lo llevan por delante que se lo lleven a él y no a nosotros. No aparecen los chalecos. No aparecen los triángulos. Fresquete mañanero. ¿Y la sudadera? Pues no importa, debajo de los collares hawaianos. Una estampa digna, ocho personas con bermudas, camisas y collares (todo de flores) tiradas en un arcén esperando a la providencia divina en forma de primo de Edu con una garrafa de gasolina, al menos un litro para llegar a la siguiente gasolinera.

Aparece la guardia civil. Y se nos cae el alma a los pies. Ellos flipando con nuestras pintas, nosotros descojonándonos por no llorar. El primo de Edu se pierde. No encontramos los papeles del seguro. Llega el primo de Edu. El motor no quiere arrancar, pero debió sentir nuestra desesperación porque acabó funcionando. Los guardias, dos ángeles con uniforme, nos escoltan hasta la siguiente gasolinera y todo. No hay multa. Brutal, tremendamente surrealista.

Y el día... bueno, como cualquier día con esta gente. Poker, mojitos, Party&Co, barbacoa, cerveza con limón y un tiempo genial para un día genial. Así que se agradece un respiro en la rutina para findes como este, a ver si el siguiente en el pueblo lo iguala, como poco. Mientras... ¡a estudiar!

Laura.

2 comentarios:

Sennar dijo...

Día movidito, por lo que veo *.* Tú tranquila, respira, y date unos días de relax, que seguir estudiando sin haber descansado no es bueno. Te lo dice alguien al que le dio un ataque de ansiedad y ahora su madre le obliga a tomarse valerianas :D

Marta. Repostería Tximeleta dijo...

Podría salir una gran historia de ahí. Soy yo y me pongo a llorar ahí msimo por la impotencia jajajaja
un beso =)

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