Nevershoutnever

Menudo día que llevo. La cosa es que, dentro de lo que cabe, ha sido bueno.

Empezó a las cinco y media de la mañana, con el último repaso para Geografía. Paré a las siete y media para tomar un café (sí, segundo café en tres días cuando en mi vida había tomado, algo va mal) y una tostada y, a las ocho, salí de casa.

El examen salió decente. Las clases como siempre, con la diferencia de que, al no haber ni Filo ni Historia, y tener sintaxis en Lengua, he conseguido no cerrar los ojos ni un momento. A destacar la anécdota del día en clase de matemáticas. Algún día haré una entrada con todas las perlas que nos suelta el muy gilipollas. Hoy, después de estar media hora mirando a la pizarra para intentar aclararse las ideas, nos preguntó a ver que creíamos que había que hacer entonces. La respuesta lógica hubiera sido "Resolver por la función objetivo". Vir, para hacer la coña, dijo "¡Pues por la cuenta de la vieja!". Y va el tío y dice: ¡Exacto! Y se pone a probar todas las respuestas posibles en la pizarra.

A mí se me desencajaba la mandíbula de la incredulidad, Vir lloraba de la risa, no nos lo creíamos. Supongo que tendremos que ir acostumbrándonos a estas situaciones y buscarnos la vida.

Al llegar a casa, descansé media horita y fui a la EOI, un par de horas. De nuevo, el inglés me sube la moral: el writing que hice a toda prisa antes de ir a clase el jueves es calificado por la profesora como salvaje y vuelve a preguntarme qué estoy haciendo allí pudiendo estar en niveles más altos. Lo mejor el parrafito de corrección: "an incredible approach, both from the standpoint of discourse and accuracy&correction in English!". Yo me meaba de la risa, y Natalia conmigo.

A las 6, al acabar la clase, ni siquiera pasé por casa: comiendo dos mandarinas me fui hasta la biblioteca donde, hasta la nueve, estuve dándole a la sintaxis como loca. Al menos, me salen bien las frases para el examen del jueves. Espero tener una nota decente que compense el 5.25 de comentario de texto.

Y aquí estamos, ya pasada la medianoche, escribiendo aquí y con unas sorprendentes pocas ganas de meterme en la cama. Menos mal que mañana hay taller, que me asegura una hora y media de oasis en mitad del maldito desierto de segundo de bachiller.

¡Que poética soy cuando quiero!

Laura