15 de enero de 2011

Día tranquilo en casa, tengo la peli de Jumper a la mitad y anoche vi Awake. Eso significa doble ración de Hayden Christensen, lo que es una alegría para el alma y para la vista.

Awake me tiene dividida, para ser sincera. Por una parte, tengo el miedo en el cuerpo de que alguna vez me pase a mí lo que le sucede al pobre Clay (Hayden) en la película. Os cuento: resulta que un número muy pequeño pero significativo de personas que se operan cada día no se duerme del todo con la anestesia. Ojos cerrados, no puedes moverte, no puedes dar ningún signo de que estás despierto, pero puedes oír y sentir las cosas. Esto se llama despertar intraoperatorio. En la peli, Clay lo sufre durante un transplante de corazón y puede sentirlo TODO. Escalofriantes esos gritos, menos mal que se me ocurrió bajar el volumen. Hoy me he informado, y en la inmensa mayoría de los casos, la gente solo escucha fragmentos de las conversaciones del equipo médico, y como mucho siente "movimiento dentro de sí mismo", pero nunca dolor. Nunca me han operado, y espero que nunca tengan que hacerlo... y si lo hacen, que no sea mi caso el de la película. Por otra parte, la peli no sólo se centra en el síndrome éste, sino más bien en toda la historia de intereses chungos que hay detrás, y de la que Clay se entera gracias a que puede oírlo todo. Así que sí que me ha gustado bastante el lío que se monta entre la novia, la madre, el padre, el amigo cirujano de Clay, la auxiliar, el anestesista, el cirujano amigo de la madre... muy buena. Si no os dan mucho yuyu los temas médicos (pocas escenas en quirófano, pero no aptas para impresionables), recomendable.

Y de Jumper el argumento se vende por sí sólo, y llevo como un cuarto de hora de peli, así que ya contaré qué tal mañana.

(sí, ¡parece que estoy cumpliendo el propósito de ver pelis!)

Para despedirme hoy, que solo he parado la peli para actualizar el blog (porque luego me olvido), felicitar a una personita que está lejos, muy lejos de mí hoy. Los miles de kilómetros no son metafóricos en esta ocasión, porque de mi primo me separa un océano. Es Leo, un pequeño príncipe de rizos rubios y ojos claros al que veo una vez cada demasiado tiempo. Hoy cumple ocho años y tras felicitarle por facebook a través de su madre, no puedo menos que dedicarle unas líneas aquí. ¡Felicidades, enano!

Laura

1 comentarios:

M dijo...

que peli más chunga (la de awake) aunque se me ha quedado el gusanillo de verla. Yo he entrado en quirofano dos veces y de la primera recuerdo oir la conversación de los medicos (y nadie me creyó) y sentia sus manos en mi brazo (me estaban colocando bien un hueso). La 2ª vez no oi nada pero si que sueño que me abren y me dejan ahí tirada y se van.
Y despues de este rollo me despido xD
un beso =)

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