Llevo unos días de dormir poco y mal y, lo más preocupante... no es por exámenes. Y es que aún apenas hemos empezado, a pesar de todas las caras largas y el cansancio mal disimulado.

El viernes pasado hicimos el de Lengua-de-recuperación-que-había-que-hacer-aunque-hubieras-aprobado, el viernes Inglés y hoy Economía. No me puedo quejar, aunque la haya liado parda con el enunciado de fichas de almacén. Para mí que fue el subconsciente que me traicionó, tan deseosa estaba yo de que no cayera el PMP. Pues sí cayó, claro que cayó, pero me dio por leer en el enunciado que había que hacer la ficha de almacén con uno de los dos métodos vigentes en el Plan de Contabilidad General y me fui como loca a hacerlo por el FIFO. Y había que hacerlo por los dos. Pero bueno, es uno de esos errores que cometes durante el curso para darte cuenta de lo que debes hacer en selectividad: ¡leer bien los enunciados! Por cierto, también me jorobó de sobremanera que apenas cayera medio punto de gráfico PERT. Con lo que me costó entenderlo... y digo lo mismo del GANT.

(y me callo ya, que para pocos lectores que tengo la mitad me van a abandonar por no ser de sociales y no entender ni papa de lo de arriba xD)

Así que estos días toca intensivo de hincar codos para presentarnos con garantías al examen de historia del viernes. Porque los planes que vienen... ilusionan. Monólogos en la Gran Vía, karaoke con los locos estos, más tardes de Wii, reencuentros en el pueblo (hace demasiado que no voy...). ¡Y habrá que ir organizando el verano!

Laura.