A pesar de que llevo nerviosa ya varias horas, la situación se va relajando. Tenía el blog abierto para publicar cuando me enteré de que el terremoto había afectado también a Japón e inmediatamente pensé en Pablo, que lleva allí ya casi un mes. Efectivamente, escribir histéricamente en ese momento hubiera sido una locura por la desinformación.
Seguimos sin saber nada de él pero las noticias que van llegando alivian de algún modo. Ahora sabemos que Japón no ha sido la zona más afectada, y a pesar de que ni siquiera sabemos en qué isla estaba Pablo hoy, podemos cruzar los dedos para que no fuera una de las que se han llevado lo peor. La embajada española ha informado de que los tres españoles que estaban en las zonas y que no han sido localizados aún están bien.
(que me pregunto yo de donde se sacan esa información, si no han sido localizados aún...)
Confiemos en que Pablo sea uno de esos tres españoles o, mejor aún, que ni siquiera estuviera en donde ha caído lo peor. No hay cobertura, así que toca rezar y esperar. Mi hermano llegará ahora, y espero que traiga noticias. Si no, imagino que la información vendrá por la noche. Me da a mí que el correo que le he escrito al pobre Pablo va a tardar mucho en ser respondido...
Hoy pensaba escribir sobre que solo me quedaba un examen, lo medianamente bien que me ha salido el de Historia de hoy y hablar un poco sobre el 11-M y lo extraño que resulta que ya hayan pasado siete añazos. Supongo que haré otra entrada luego.
Laura.
fireplace smell in house
Hace 2 años
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