21 de marzo de 2011

Let's get started

Lo de Goyo no tiene palabras. Fue como estar dos horas y veinte minutos fuera del mundo, solo escuchando a ese tío que te hace gracia incluso de verlo y olvidando lo que no entraba en ese pequeño teatro de la Gran Vía. Genial, increíble, un ídolo. Pienso repetir algún día.

La otra noticia del finde es que, por fin, hablamos con Pablo. Bendito Skype y bendita webcam. Diez personas apiñadas alrededor de una en España a las 9 de la noche y una cara soñolienta en mitad de una habitación sin pintar en Japón a las 5 de la mañana. Está perfectamente. Parece que los medios españoles son incluso más sensacionalistas de lo que pensamos. Ni radiación, ni desperfectos ni leches más allá de la auténtica zona cero (noreste del país). Él está bien. Y que se levantara a esas horas en las que el mundo aún no es mundo, solo para hablar con nosotros media horita... dice mucho de él.

Por cierto, ¡feliz día de la poesía a todos! Para celebrarlo me he presentado a otro concurso, jé. Ya os iré contando.

Laura.

0 comentarios:

Publicar un comentario