27 de septiembre de 2010

No air

El principio de una nueva semana. Oh, yeah.

En primer lugar dar las grancias a Lisse y a Sara, ¡que por fin una entrada de mi blog tiene más de un comentario! Y procedo a explicaros lo de dormirme en la toalla, veamos. Salgo de la ducha, cojo la toalla y me siento en la silla a ver si me despejo un poco. Se una la calefacción, el ambiente de vapor, el hecho de haber dormido pocas horas... y zas! sueñecito de quice minutos hasta que me doy cuenta de lo que estoy haciendo.

Y esa era mi rutina de los días que me daba pereza meterme a la ducha por la noche y decía... bueno! ya mañana madrugo un poco más.


Hoy día sin mayores novedades, y tarde más monótona aún. Al menos ayer empezó Pekín Express, y eso me garantiza un ratito de tele sin nada que preocuparme, que estoy viciada a ese programa. De momento ya eliminaron a los sevillanos, pobrecitos, aunque la pareja que más me gusta son las hermanas vascas. Y los campesinos, que cachondos.

Así que aprovecharé que aún no ha llegado la hora a la que suelo acostarme todos los días, que ronda (y se pasa) las doce de la noche y eso no es sano. Yo sin al menos ocho horas de sueño, no soy persona. Al menos, hasta que llegue el mes previo a selectividad.

Lo único que quiero es dormirme ahora y despertarme el viernes a las dos y cuarto de la tarde, con el único plan de ver Híncame el diente con las lerdas y una sesión de wii y de singstar. O, quién sabe, tal vez de Buzz de 6º de primaria.

Laura.

1 comentarios:

Ironicworld dijo...

Y ya que hablas de Híncame el diente... ya me comentarás por Tuenti a qué hora he de personificarme allí

Por cierto ¡Acuéstate antes! Conozco gente que no aguanta ni durmiendo ocho horas (cofcofyocofcof) ¿Cómo vas a aguantar con siete? (Suponiendo que te levantes a las siete de la mañana e_e)
¡Que no se vuelva a repetir!

Por cierto, me sigue fascinando tu historia con la toalla

Love ya (L)

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